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“El único periodismo válido que queda es el de investigación”

140812 Miguel Angel Bastenier
Miguel Ángel Bastenier

Tiene la voz gruesa y el humor fino. Irónico y crítico, Miguel Ángel Bastenier, maestro de periodismo, dicta el curso más largo que organiza la FNPI. Cada año y durante un mes, reúne a jóvenes periodistas de América Latina y les enseña sobre Cómo se escribe un periódico impreso y digital.

La defensa de la lengua castellana y el periodismo bien hecho es su lucha. “El castellano es una lengua muy periodística”.

Cuando se sienta frente al computador teclea fuerte y con esa misma precisión y puntería se sumerge en su cuenta de Twitter y en 140 caracteres escribe sobre temas internacionales, sobre política y sobre periodismo.

En sus clases, los textos los corrige sobre la lectura. No se le escapa ningún detalle que vaya en contra de lo que profesa. “No puede haber cabos sueltos. Tiene que estar todo en su sitio”.

Hay que soltar lastre, les repite a los talleristas. Es decir, dejar de lado lo que llama “el chip colonial”, cero prosopopeya. “Hay que dar con la palabra. No se vale quedar cerca”.

-¿Cuál de los tres géneros del periodismo es el más difícil?

-El más difícil es la nota seca, porque se nos va, porque los dedos se nos hacen huéspedes de contar lo que queremos contar, tanto si tenemos derecho a ello, como si no. La crónica, es relativamente complicado entender en qué consiste exactamente, pero es como se hace un periódico. Y el reportaje de calidad es muy difícil. Técnicamente  la nota seca es el más difícil, pero de calidad periodística es el reportaje.

-¿Por qué?

-En el reportaje el periodista pone en conocimiento del lector aquello que el lector no sabe, aquello que es relevante, aquello que es importante, aquello que es propio o que se aspira a que sea propio. Entonces, escribir bien un reportaje tiene mucho mérito. La crónica se puede hacer correctamente de una manera relativamente cómoda, la nota seca si se entienden bien lo que se tiene que hacer, también, pero el reportaje de calidad es difícil hacerlo.

-¿Qué características tiene un periódico que está bien escrito?

-Lo bueno si es breve, es dos veces bueno. El castellano es una lengua muy periodística. Quiero decir que el orden natural de la expresión en castellano, es el orden en que se cuentan las cosas. Con lo cual lo primero que tiene que hacer un buen periódico es estar bien escrito en la lengua que corresponda. No digo que eso deba ser lo más importante, es lo primero porque si no está bien escrito, el resto da igual. Algo mal escrito, pues no sirve, aunque sea estupendo.

-¿Cómo se logra?

-Evidentemente lo que tiene que tener es un equipo de investigación. Con todo este azote, legítimo, pero azote al fin del on line, el único periodismo válido que queda es el de investigación, que es el de buscar cosas para tu periódico.

-¿Qué características debe tener un buen periodista?

-Curiosidad, lectura. Un periodista que no lea, que no haya leído los clásicos y la literatura de su país que se dedique a otra cosa. No hace falta conocer los clásicos de memoria, yo he leído mucho más contemporáneo, que clásico. Pero, cómo va uno a dedicarse a esto sin haber leído a Quevedo, sin haber visto obras de Lope de Vega, de Tirso de Molina. Tampoco estoy diciendo que a todos. Pero leídos bien leídos, por ejemplo: El Quijote que es una novela contemporánea.

-¿Cómo logra el periodista que el entrevistado responda lo que necesita como dato?

-Yo digo, a riesgo de parecer exhibicionista, que el periodista no pregunta, el periodista estimula respuestas y si la respuesta se consigue rascándole la nariz al entrevistado, le rascamos la nariz y si se consigue pisándole un callo, le pisamos un callo. Quiero decir, que uno no tiene por qué publicar las preguntas que hizo. Lo que uno tiene que hacer es publicar las respuestas que le dieron y luego busca la pregunta más cortita que de pie a esas respuestas tanto si ha formulado la pregunta en esos términos, como si no. Hay que ver un poco lo que llama mi amigo Daniel Samper Pizano, gran periodista colombiano, los secretos de la tribu. Yo digo que lo primero que tienes que hacer es demostrarle a tu entrevistado que no va a perder el tiempo contigo, que no va a ser un aburrimiento, que vas a hacerle preguntas de alguien que conoce el tema, que has hecho, en definitiva, los deberes. Que llegas allí con los deberes hechos. Que te tome en serio.

-¿Cómo hace un periodista para que un tema sea de interés?

– No hay que inventar el interés, hay que descubrirlo. Por supuesto que uno puede vestir la nada relativamente bien. El interés se descubre con la información, con la investigación y luego has de saber explayar, desarrollar, desenvolver el interés en una narración coherente, sistemática, fluida. Esas cosas se aprenden, pero difícilmente se enseñan.

-¿Qué debe hacer un periodista para no tomar partido en la historia?

-Es una inmersión interior. Es ser capaz de leerse a uno mismo como si fuera uno un lector y no el autor de la pieza. Yo he hablado de automatizar y esa es la automatización suprema. Ni remotamente todo el mundo la logra al 100 por ciento, ni yo la he logrado al 100 por ciento. A lo mejor una forma de entender el periodismo es la lucha por esa automatización, por el “yo no prefiero nada”. Yo no dirijo la información para que el resultado sea este u otro. Que algo se te pega siempre, pues seamos realistas y pensemos que sí. Yo personalmente opino, no de toda mi carrera, pero sí de los últimos 10 años, puede que 12, puede que 15, pero no más de 15 en ningún caso, que cuando me salgo de ese papel es porque quiero salirme, que me doy cuenta, que lo hago deliberadamente.

-¿Por qué hay poco periodismo de investigación en los periódicos de América Latina?

-En América Latina y en todas partes. En Inglaterra hay, en España muy poco porque es caro. Porque no puedes pedirle a un periodista de investigación que te traiga una investigación para publicar cada día, ni cada dos días, ni cada tres días. Es muy caro. Hacen falta muy buenos periodistas, hace falta que trabajen mucho. El periodismo de investigación es difícil, hay que trabajar mucho, hay que patear la calle, no hay que dejar ningún resquicio por examinar, has de hablar con muchísima gente y a lo mejor en la conversación número 415 hay una luz que brilla al fondo y siguiendo esa luz, encuentras un tema.

¿Cuánto ayuda internet al periodismo?

-Para lo complementario mucho, lo que no te da es ninguna solución. Da datos complementarios, contextualización, evitas errores. Hacer información a través de internet, no es ni remotamente lo mismo que hacerla viendo a la persona, ni siquiera es lo mismo que hablando por teléfono con esa persona. Pero, es verdad que se puede hacer. Le puedes enviar un cuestionario a alguien, pero fíjate si es terrible, porque los cuestionarios por internet no te permiten repreguntar y sin repreguntar las entrevistas quedan de segunda división.

-¿A quién debe creerle un periodista?

A nadie. A priori, a nadie.

¿Está disociada la educación universitaria de periodismo de como es en la realidad?

-Total. Este es un tema muy duro, muy triste, mal comprendido. Que cuando uno dice la verdad se granjea odios absolutos de los perjudicados. En Bogotá, el año pasado en dos días de charlas a alumnos y a gente que hace periodismo invitaron a los profesores de la facultad, dije textualmente: en las universidades no se enseña periodismo, ni en España, ni en Colombia. Dicho esto hay salvedades. En Barcelona hay algo que se parece bastante a la enseñanza del periodismo, pero de verdad, de verdad, el periodismo se enseña en escuelas especializadas que no enseñan periodismo, practican periodismo que es distinto.

-¿Cuál es el futuro de la prensa de papel?

-A finales del siglo pasado, autores norteamericanos, decían que la prensa no llegaría a 2010, 2012, quizá 2015. Ahora han echado un poco para atrás y hay quien dice que en 2035 no habrá ya periódicos de papel. Yo no soy tan sanguinario. No sé lo que va a durar la prensa de papel. Sí que en cualquier caso su volumen, su realidad, su influencia se reduce cada día en todo el mundo desarrollado. ¿Quedarán diarios de papel? Bueno, yo me inclino a creer que algunos pueden quedar, pero muy poquitos. Yo creo que solo quedarán algunos diarios, pero que la etapa socializadora, la etapa la formadora de sociedad y sobre todo en Europa donde ha funcionado, se verá terminada.

-¿Cuál es el futuro del periodismo latinoamericano?

Bueno, como tantas otras cosas, por ejemplo, se ha dicho que lo que acaba llegando a Inglaterra y Francia, acaba llegando a España también, con algún retraso, pero lo que llega a Europa Occidental acaba llegando a América Latina con una salvedad menor, que es la de que América Latina tiene más defensa contra la crisis del papel que Europa. Y tiene más defensa por algo muy malo, por lo pequeño y por lo reducido que es el mercado. Al ser tan reducido es un mercado de élites, pero no de élites del tercio superior de la sociedad. El tipo de personal que compra diarios en América Latina es el que económicamente está capacitado para resistir cualquier crisis. Con lo cual yo sostengo que América Latina tiene más defensa que Europa pero que esa defensa es por un mercado exiguo.

-¿El periodismo puede perder la batalla con Twitter o con las redes sociales?

-Sí, sin duda. Por supuesto que sí. Perder la batalla hasta el extremo de desaparecer el on line, no. Yo en cualquier caso creo que el crecimiento on lineque se produce está siendo limitado por el crecimiento de Facebook y todas estas cosas, que es mucho más vertiginoso que el del on line. Ocurre que los días tienen 24 horas, no 36 y en esas 24 horas, sobretodo la juventud, dedica más horas  a la comunicación, que es Facebook y todo eso y le quedan menos horas para dedicar a la información, que son los periódicos on line, ya no hablo de papel, hablo de la prensa on line. Muchísima gente, incluso culta, se conforma con la comunicación, con lo que le cuenta gente, de la que alguna es de confianza y otra no, y no necesita ir a una marca registrada que son los periódicos para ver exactamente qué hay de eso. No los critico, ni los culpo para nada.

-¿En qué parte del mundo se hace mejor periodismo?

En Inglaterra sin ninguna duda.

-¿En qué parte de América Latina se hace mejor periodismo?

En Buenos Aires. No digo Argentina, digo Buenos Aires. Sin ninguna duda. Lo de que en qué parte se hace peor, eso no te lo contestaría ni que me lo preguntaras, porque no quiero humillar a nadie.

-¿Qué le hace daño al periodismo latinoamericano?

La verborrea, la retórica. El ponerse corbata para escribir, como dice María Teresa Ronderos, gran periodista colombiana. El enrevesamiento de la expresión, el chip colonial, que es una herencia, evidentemente filtrada de muchas maneras, pero una herencia del vocabulario, de la forma de hablar y de escribir, rimbombante, prosopopéyica, en la Colonia y en la primera Independencia. El poder de la Colonia hablaba a súbditos, no a ciudadanos, hablaba de arriba abajo, hablaba tratando de impresionar con términos difíciles, con términos rebuscados, con términos rimbombantes y eso le hace muchísimo daño y se nota. En todos no, pero se nota en muchos periódicos.

-¿Por qué se empeña en trabajar con periódicos latinoamericanos?

-Lo voy a decir con toda claridad: América Latina es el destino de los españoles que se den cuenta de que este es su destino. Lamentablemente somos pocos los que nos damos cuenta de ello. Dónde tiene algo que decir el español si se lo permiten, si lo sabe decir, si es prudente al decirlo, que yo no siempre he sido prudente, es en América Latina. Nuestro destino es América Latina. Los españoles somos latinoamericanos de alguna manera, aunque no lo sepa casi nadie.

– En el taller que dicta cada año para la FNPI usted forma periodistas. Pero, ¿qué le ha dejado como enseñanza a usted?

-Aprendo sobre el periodismo de cada país. Aparte de Colombia, el país que más alumnos aporta a este curso y al curso de Madrid, es México. Puedo vanagloriarme de algo: todos supongo que no, pero conozco a la gran mayoría de grandes periodistas latinoamericanos, por lo menos de más de 50 años. En Colombia, en México, en Argentina y en toda América Latina y hasta hace pocos años en Francia, en Inglaterra, en Italia. Hoy mucho menos, porque no estoy ya en esa tesitura. Mi periódico ya no me envía como me enviaba constantemente a esos países.

-Qué traduce esta frase suya: Los periodistas se dividen en dos clases, los rápidos y los que no son periodistas.

-Es una caricatura para que se le entienda a uno. Un periodista buenísimo, pero lento, no es un buen periodista. Es decir, que hay quién se irrita en el Twitter, alguna vez hay algún listillo que pedagógicamente se inflama y escribe: ‘dónde deja usted la calidad, es más importante la calidad que nada’. La calidad que no llega a tiempo no sirve para nada. Yo no digo que la rapidez sea más importante que la calidad, digo que empezamos por la rapidez. Y más ahora con el on line. Yo no digo, como algunos pretenden hacer, que por la rapidez sacrifiquemos la calidad, por supuesto que no digo eso. Hay que ser rápido y además bueno.

-El periodismo militante, partidista, le está haciendo daño al periodismo latinoamericano. ¿Qué opina de esto?

-A mí me parece deplorable. Me parece de niños pequeños. Me parece pueril. Están los editoriales para eso, que no lo discuto, que evidentemente el periódico tiene una opinión, faltaría más y artículos de opinión a favor y en contra de quien sea, pero lo que yo llamo información, no es que tenga que ser neutral. El periodismo solo informativo no existe, eso para empezar. La información toma partido, pero no tu dirigiendo la información hacia donde tu quieres. La información toma partido en el sentido en el que las cosas que cuentes, sin son interesantes, inclinan el pensamiento del lector en un sentido u otro. Ese tipo de periodismo es el que defiendo, el que debe ser. Pero ese periodismo de combate es una cosa de niños pequeños.

-¿Que no debe perder el periodismo impreso que va al on line?

-La calidad de la escritura. En on line se sigue escribiendo. Algo que debería confortar a los mayores, entre los que me cuento, es que evidentemente sin la palabra no hay on line que valga. Con la imagen solo haces un documental en el que habrá cosas que se entiendan y cosas que no se entiendan para nada, pero nadie en su sano juicio renunciará a una leyenda, a un texto, que no va a ser igual con video que sin video. Pero nadie ha de renunciar a la palabra. En lo definitivo yo comprendo que hay quien se subleve contra esto. Lo inapelable es la palabra siempre.

-¿De qué está harto de leer en periódicos?

-De lo mismo. Lo mismo repetido. Que no hagan lo que yo llamo “soltar lastre”. Que repitan una vez y otra nombres completos, nombres de pila y apellidos y el nombre del hospital que es un nombre de dos líneas enteras y lo repiten y lo repiten.

FUENTE: SHEYLA URDANETA / FNPI

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