
MANUEL NEGRÍN
El automovilismo
En la historia del Grupo XDC se cruzó una explosión informativa del automovilismo en las Islas Canarias, a través de la competición denominada rallye (tomada de su grafía originaria del inglés), consistente en ir sumando los tiempos realizados en las etapas o tramo cronometrado por cada piloto. El auge de esta modalidad fue tal que, incluso, se celebraban en dos o tres días, con sus noches incluidas, y los patrocinadores luchaban por la exclusividad de su marca en las emisoras de radio que los retransmitían y donde RJC fue pionera y destacada impulsora, continuando luego con RCE.
Primera nota
Hay que considerar que por aquel entonces no existían los teléfonos móviles, por lo que el envío de datos se tenía que hacer a través de líneas telefónicas, primero, o bien por radio-enlaces con unidades móviles de las emisoras, después, con aparatos emisor-receptor al estilo de las que utilizaban los radioaficionados.
En el XDC tuvimos la suerte de contar ya, cuando llegó ese boom, con dos especialistas en la materia e incluso habiendo sido pilotos participantes: Miguel Febles y Leopoldo Fernández.
El Grupo XDC también introdujo en esas retransmisiones dos novedades. Una, la de colocar al informador y a su equipo de transmisión no en la meta de cada tramo cronometrado, sino en el denominado puesto de control, siguiendo las sugerencias de Miguel y Leopoldo. En ese lugar, a unos 100 ó 200 metros traspasada la meta, el vehículo del corredor debía pararse para que los cronometradores le comunicaran el tiempo que había realizado. Mientras se computaba el mismo, el informador XDC les hacía una pequeña entrevista.
Y la segunda, que tiene que ver con la informática
Hago un paréntesis para una explicación previa: como los programas informáticos no estaban aún muy avanzados y para hacer las clasificaciones generales o parciales (por marcas o categorías), la organización tenía que esperar a que terminase de correr el tramo cronometrado el último coche –a veces más de cien, por tanto más de hora y media de espera– para completarlas y pasarlas luego a los medios de comunicación.
Segunda novedad. Según le comunicaban a los pilotos el tiempo realizado, el informador XDC lo decía públicamente por antena y era recogido por una persona (Manuel Negrín) en la realización y control central de la emisora, que, inmediatamente, lo sumaba a los tiempos anteriores y daba la clasificación al momento, tanto en la general como en la de marcas, incluyendo la diferencia de tiempo de un piloto determinado con otros. Para ello se valía de unas plantillas especiales, que él mismo confeccionaba para cada prueba.
De esta forma, el Grupo XDC daba los resultados y las clasificaciones con más de una hora de antelación al resto de emisoras y con una gran fiabilidad. Ni que decir tiene que el conocimiento de estos datos era fundamental para los pilotos y los equipos participantes, que se convirtieron en los primeros seguidores de las retransmisiones del XDC.
A Manuel Negrín se le puso el mote en el mundillo automovilístico de la computadora humana.