Inicio | 2020 | ‘Se puede pensar sin hablar. Lo malo es hablar sin pensar’, por Andrés Julio Farenga

‘Se puede pensar sin hablar. Lo malo es hablar sin pensar’, por Andrés Julio Farenga

El periodista, docente y locutor argentino se suma a partir de esta semana a las firmas de la ‘Hoja del Lunes’.
Andrés Julio Farenga.
Andrés Julio Farenga.

APT

La Hoja del Lunes tiene el honor de contar a partir de esta semana con las colaboraciones de Andrés Julio Farenga. Docente, periodista y locutor argentino, rioplatense residente en Tenerife desde 2002, el mismo año en que fue la voz de una radio argentina para un documental sobre Evita para La 2 de RTVE. Ahora jubilado, ha sido maestro en escuelas primarias, profesor en enseñanza media y catedrático superior en Comunicación Social, Redacción radiofónica, Redacción periodística, Locución, Letras, Protocolo y Ceremonial, Oratoria y Fonética hispana. Lo hizo durante tres décadas en el ISER (Instituto Superior de Enseñanza de Radiodifusión) en Argentina.

Además de publicar trabajos en la revista docente Los medios informan, ha sido locutor, informador o director de programas en varias emisoras de radio, entre ellas Radio Nacional Congreso de la Nación Argentina, y televisión.

Creó y transmitió durante seis años el primer Boletín radial para jubilados, retirados y pensionados, en Radio Mitre, así como locutor del semanario cinematográfico Sucesos Argentinos y doblador en series fílmicas científicas, documentales y publicitarias, al igual que cronista acreditado ante la Casa Rosada (sede presidencial de Argentina), el Congreso Nacional y Tribunales de ese país, y miembro de la Escuela Superior de Periodismo Deportivo de Buenos Aires.

En Tenerife ha sido el conductor del programa Café con Farenga en el Canal 10 de Las Américas y Los cuentos del Tío Cacho en Radio Arona, y tertuliano en Radio Sur Adeje.

A continuación, les dejamos la primera de sus colaboraciones para la Hoja del Lunes:

Se puede pensar sin hablar. Lo malo es hablar sin pensar

Teníamos jefes y compañeros, maestros de periodismo. Y los medios pagaban correctores, para filtrar furcios, redundancias, discordancias o cacofonía.
La prensa y la radio enseñaban a hablar. Y a escribir. Pero bien.

***

La riqueza del idioma español marca claramente las diferencias entre masculino y femenino, singular y plural. Por eso, no es lo mismo hacer una casa y luego pintarla que, como ocurre en inglés, primero se la pinta y luego se la construye: para nosotros no es igual la blanca casa que la Casa Blanca. Y así, encontramos que nunca son lo mismo: una gran mujer que una mujer grande; un hombre grande que un gran hombre, una mano grande que una gran mano o agua pura, que pura agua. Quien escribe estas líneas es un periodista viejo, que se niega a reconocer que es un viejo, periodista.

***

Uno ayuna hasta que tenga hambre. Aunque hay gente que dice, sin pensarlo: -«…hasta que no…». – Les contradigo que ‘comeré hasta que no tenga hambre’. O que no comeré hasta tenerla.

En vez del ‘hasta que no’, debiéramos pensar, decir y escribir ‘hasta que…(si)’. La afirmación es obvia. No haría falta.

Es que ¿acaso la huelga se hace -‘…hasta que no les paguen? -Pues: digamos: -‘ …hasta que les paguen’. Que será doblemente justiciero: en el pago y en el decir lógico.

***

Los muertos son víctimas. Pero también lo son: los heridos, los quemados, los contusos, los amenazados, los ofendidos, los secuestrados, los vulnerables, los ninguneados y los perseguidos.

Decir que ‘hubo víctimas y heridos’ parece una burrada de analfabetos. O semi. No menor que pretender aclarar que las contusiones no son graves. Porque no hace falta.

Compartir este contenido