
SALVADOR GARCÍA LLANOS
El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife rindió tributo, a modo de broche de los actos del Día de la Mujer, a cuatro profesionales de la comunicación que han tenido una destacada trayectoria profesional. El acto, presidido por el alcalde José Manuel Bermúdez, tuvo lugar en el salón de sesiones donde también estuvieron presentes la concejala del área de Igualdad, Purificación Dávila, y el presidente de la Asociación de Periodistas de Tenerife (APT), Salvador García.
Entre las cuatro figuraba la vicepresidenta primera de la APT, María Luisa Arozarena Marrero, ex directora de Radio Nacional de España en Canarias. Las otras tres eran Carmen Rodríguez Wangüemert, investigadora, doctora en Ciencias de la Información por la Universidad de La Laguna y profesora titular de periodismo de esta institución; Raquel Acirón Albertos, también doctora en Ciencias de la Información, ex editora de informativos de Radiotelevisión Canaria y directora de comunicación en la Asociación de Salud Mental (Atelsam); y Mayte Castro García, comunicadora experta en ‘coaching’, ex editora-jefa de Deportes de RadioTelevisión Canarias y de la Cadena SER en Tenerife.
Arozarena fue la primera en intervenir. Reproducimos a continuación sus palabras:
“Celebramos este acto en unas condiciones especiales, debido al momento que nos ha tocado vivir. Y por eso, hoy aquí, solo está un reducido grupo de personas que, bien por el cargo que ocupan, bien por la relación estrecha y de cariño que tienen con nosotras las premiadas, han sido elegidas para acompañarnos.
Es un día especial para nosotras cuatro: Raquel, Maite, Carmen y yo misma. Y digo ésto porque, aparte de la distinción que no premio, que acordó concedernos el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife con motivo del Día Internacional de la Mujer, tenemos el inmenso honor de representar a un nutrido grupo de mujeres que también se han dedicado y dedican actualmente al mundo de la comunicación.
Tengo claro -y lo he tenido siempre- que no debemos creernos los periodistas que somos el último baluarte de la democracia. Tampoco, que somos el cuarto poder en cualquier sociedad (o a lo mejor, SÏ en determinadas circunstancias), pero sí estoy convencida de que somos la clave en la fiscalización al poder y que el periodismo es un compromiso con la sociedad. Esta última frase lleva implícito que debemos ejercer la profesión con rigor, independencia y profesionalidad. Estos dos últimos términos, independencia y profesionalidad, me los inculcó José Antonio Pardellas Casas, quien fue mi antecesor en el cargo de RNE en Canarias, un puesto de confianza que desempeñé durante catorce años y cinco meses de forma continuada (dentro de los veinticuatro años y cuatro meses que tuve el privilegio de estar en la emisora pública estatal) a donde llegué un 3 de septiembre de 1984 tras haber ganado una oposición que no estuvo exenta de problemas ya que siempre hay alguien -en este caso un sindicalista- que prefería que la plaza fuera para otra persona. Pero allí estaban el propio Pardellas y Joaquín Martinez González del Reguero (Reguero para los amigos) para mantenerse firmes en su postura y no admitir que mi plaza fuera para otra persona. Curiosamente, yo estaba embarazada de mi hijo Luis, aquí presente, cuando hice los exámenes.
Una muestra de que las mujeres podemos hacer varias cosas a la vez. Eso sí, con la ayuda de mi propio hijo Luis que decidió retrasar su llegada a este mundo y de esta forma yo pude hacer los ejercicios de la oposición a RNE. Y ya que nombro a mi hijo Luis, tengo que nombrar también a mi otro hijo Alejandro, que por motivos laborales no puede estar hoy aqui, pero tuvo la feliz idea de venir por sorpresa y estar con su familia este fin de semana. Con Alejandro, tengo también una vivencia que data de 1988, año en que nació. Había un curso muy interesante en Bruselas y en Brujas sobre la entonces CEE- hoy Unión Europea- y Pardellas quería que yo fuera. y así fue. En noviembre de 1988, teniendo Alejandro tres meses, acudí al mencionado curso. Y ¿por qué pude asistir teniendo dos hijos tan pequeños?. Pues muy fácil: Porque siempre he contado con la ayuda y colaboración de mi marido, Luis José, aqui presente y con la de mi padre, Elias Arozarena Doblado, que nunca tuvo problemas para quedarse con sus nietos si era necesario.
Como verán, es muy importante contar con apoyo a nivel personal si uno quiere llegar a algo. Y en el caso de las mujeres, lo tenemos muy claro.
Como tenemos muy claro que el apoyo de las amigas es también fundamental, especialmente en momentos duros y difíciles. ¿Y qué decir del apoyo a nivel profesional? O lo que es lo mismo: que crean en tí. Pues yo tuve la suerte de que personas como Ernesto Salcedo Vílchez, director en su momento del periódico «El Día»; Ricardo Acirón, redactor-jefe del mismo periódico, donde yo comencé mi andadura profesional; Manuel Rodríguez Ramírez, administrativo del mismo periódico o José Morales Clavijo, corrector de «El Día» y con ellos, otros más de la citada empresa, me ayudaron a llegar a ser lo que luego he podido poner en mi CV: redactora de «El Día» y casi directora de “Jornada Deportiva», ofrecimiento que decliné porque con veintitrés años no me consideraba preparada para ello. Luego vino el «Diario de Avisos» con una oferta tentadora y alli que me fui durante siete años. Coincidí con un equipo fenomenal y viví momentos muy delicados como el intento de golpe de Estado del 2·3-F de 1981 o el accidente de un avión de la ‘Dan Air’ en abril de 1980, sin olvidar la constitución de la Junta Preautonómica de Canarias en el Parador Nacional de Las Cañadas del Teide.
¡Cuánto se aprende cubriendo como periodista, noticias tan diversas! En medio, otra corta etapa al frente de la Hoja del Lunes, donde aprendí que las personas -aunque sean mucho mayores que tú- si se lo proponen-pueden dispensarte mucho apoyo. ¡Qué decir de los doce años que simultaneé como corresponsal de Europa Press, estando en «El Día» y «Diario de Avisos» e incluso en Radio Nacional de España. En esta última casa aprendí otro montón de cosas porque ejercí como redactora, editora de Informativos, jefa de informativos, subdirectora y directora para toda Canarias. Los diversos cometidos me llevaron a tener un conocimiento muy claro de lo que es Canarias y cada isla con su
peculiaridad.
Si siempre he tenido claro que el trabajo en equipo es fundamental, en RNE lo tuve todavía más claro. Conté con un apoyo y dedicación de un nutrido grupo de personas en La Palma, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife que hicieron posible que pudiera sacar adelante un montón de proyectos que consideraba beneficiaban a la emisora y daban prestigio a una empresa pública que debía tener como lema: formar, informar y entretener. Sin olvidar que el dinero que se manejaba allí era público y eso es sagrado cuando manejamos dinero de todos. No voy a nombrar a nadie de RNE porque ellos y ellas saben a quien me estoy refiriendo y nombrarlos sería alargar esta intervención que, debido a las circunstancias que vivimos, debe ser breve. Y mi experiencia de gestión en RNE me ayudó a ejercer el cargo- entre 2011 y mediados de 2013- de directora de gabinete de la Presidencia en el Cabildo Insular de Tenerife, a donde llegué de la mano de Ricardo Melchior.
Para terminar, quiero expresar mi agradecimiento a este Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, ciudad en la que nací y donde he vivido la mayor parte de mi existencia. Agradecimiento que hago en la persona de su alcalde, José Manuel Bermúdez Esparza y en la concejala de Igualdad, Purificación Dávila, así como en las personas que decidieron otorgarnos esta distinción por lo que hoy estamos aqui. La vida está llena de casualidades y una de ellas ha querido que este acto se celebre a escasos metros del sitio donde nací, la Clínica Santa Mónica, ya desaparecida, en la esquina de las calles Méndez Núñez y Santa Rosalía.
Allí, mi Madre, María Luisa Marrero García, me trajo al mundo. Por eso, he podido estar hoy aquí.
Muchas gracias y mucha suerte para todos en estos momentos tan difíciles que nos ha tocado vivir y que no sabemos cuanto van a durar. Buenas noches”.