
FABIOLA BARRANCO (ELDIARIO.ES)
Dicen que el periodismo es una profesión de vocación. Ayham al-Ghareeb, Mousa al Jamaat, Okba Mohamed y Muhammad Subat lo constatan. Estos jóvenes sirios que ahora viven en Madrid como refugiados, llegaron al oficio como escudo contra las bombas y la violencia que asola Siria desde hace una década. Hoy, lejos de esa pesadilla que no olvidan, siguen confiando en la información como un bien de utilidad pública y social. Por eso han creado Baynana, la primera revista bilingüe fundada y gestionada por refugiados en España.
“No somos periodistas de formación, pero somos muchos los que empezamos a grabar las manifestaciones primero y los bombardeos después. Nos organizábamos en grupos según zonas que funcionábamos como agencias y así aprendimos juntos”, cuenta Ayham sobre sus primeros pasos en el mundo periodístico. Dice que en Siria el periodismo era cuestión de “necesidad” para frenar la propaganda del régimen de Asad o el vacío de la prensa internacional, que afecta a muchos pasajes espacio-temporales en el país árabe. Una profesión que floreció entre las llamas, en buena parte de la población siria. “Hacíamos periodismo ciudadano”, matiza.
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