
ELDIARIO.ES
El Parlamento ruso aprobó el pasado 4 de marzo endurecer el Código Penal para castigar, con hasta 15 años de prisión, la difusión de “noticias falsas” sobre sus Fuerzas Armadas. O dicho de otro modo: todo periodista que no se ajuste a la versión oficial rusa sobre la guerra en Ucrania puede ser penalizado en el país, pues solo considera correcta la información que proviene de las agencias estatales.
Ante esa amenaza del Kremlin, numerosos medios de comunicación como RTVE, RAI, BBC, CNN o CBS decidieron suspender temporalmente su cobertura en Rusia y abandonar el país. Pero con estas nuevas sanciones, asegura la organización Reporteros Sin Fronteras, Rusia “no solo asesta el tiro de gracia a la cobertura extranjera, sino a la prensa rusa independiente”, que ya venía sufriendo amenazas desde hace años y ahora hay medios que se han visto obligados a echar el cierre.
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