
XAVIER COLÁS / EL MUNDO
Un nuevo ataque contra una periodista en Rusia ha vuelto a poner sobre la mesa los peligros de informar sobre lo que ocurre en Chechenia. Elena Milashina, una conocida periodista del periódico Novaya Gazeta viajaba a la capital chechena, Grozny, desde el aeropuerto de la ciudad con el abogado Alexander Nemov, cuando fueron atacados. Los agresores afeitaron la cabeza de Milashina, le rompieron varios dedos y le cubrieron la cabeza con antiséptico verde. Mientras los golpeaban, les decían: “Han sido advertidos. Salgan de aquí y no escriban nada”.
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