
JUAN CARLOS LAVIANA / ZENDA
“Todo periodista que no sea tan estúpido o engreído como para no ver la realidad sabe que lo que hace es moralmente indefendible”. ¿Quién puede resistirse a un arranque así? Son las primeras palabras de uno de los grandes reportajes de la historia, El periodista y el asesino (Gedisa), de Janet Malcolm. ¿Provocación, truco periodístico, cinismo? Hay opiniones para todos los gustos.
TEXTO COMPLETO AQUÍ