
RTVE
El de Alicia Gómez Montano es uno de los nombres con más cuerpo para RTVE y con más alma para quienes han tenido la suerte de coincidir con ella durante su largo transitar por el ente público.
Por eso, el adiós es difícil en dos dimensiones, porque implica despedirse de una profesional que dignificó el oficio de periodista durante más de cuarenta años y de una compañera que contagiaba su energía como quien acaba de poner el pie por primera vez en una redacción. Era, como recuerdan sus compañeros, «adicta al trabajo y a la vida».
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