Periodistas de Tenerife | Ernesto Salcedo Vílchez (Cerro de Andévalo, Huelva, 1927-Santa Cruz de Tenerife, 1986) presidió la Asociación de la Prensa de Tenerife entre 1968 y 1973. Desempeñó el puesto de director de El Día de Santa Cruz de Tenerife durante veinte años [1958-1978), donde desarrolló un hábil y eficaz programa de modernización y de apertura de la línea editorial del periódico. Al cesar, fue nombrado consejero-asesor de Editorial Leoncio Rodríguez, SL, propietaria del citado diario y de Jornada.
Siendo director del matutino tinerfeño, el ministro del ramo le impuso una multa de cien mil pesetas, en mayo de 1971, por una información que publicó bajo el título “Posiblemente hoy seguirá el paro de Transportes de Tenerife”, por “infracción de lo establecido en el art. 2º de la Ley de Prensa e Imprenta en lo que se refiere a los límites al derecho a la libertad de expresión, por las exigencias del mantenimiento del orden público interior”. El artículo lo había publicado en El Día el 5 de noviembre de 1970.
Hizo periodismo radiofónico en el Centro Emisor del Atlántico de Radio Nacional de España y en Radio Club Tenerife. Participó en la fundación de la Sección de Periodismo de la Universidad de La Laguna, de la que fue profesor. También intervino en los Cursos de Iniciación al Periodismo organizados conjuntamente por la misma Universidad y la Asociación de la Prensa de Tenerife.
Era inspector técnico de Prensa del Ministerio de Información y Turismo. Inició sus estudios en el Seminario Diocesano de Málaga, que prosiguió en la Universidad Pontificia de Comillas y en la Gregoriana de Roma, pero abandonó la carrera eclesiástica antes de acceder al orden del presbiterado. Luego hizo Magisterio en la Normal de Málaga y Filosofía en la Complutense de Madrid. Fue entonces cuando ingresó en la Escuela Oficial de Periodismo, donde obtuvo el título en 1953. Ese mismo año comenzó a trabajar en el semanario El Español, del que fue secretario de redacción, redactor jefe y editorialista. Al propio tiempo era redactor jefe de la revista África. Publicó también en las revistas Juventud y La Hora, de Madrid.
Fue galardonado con el primer premio de periodismo “África” y con el Premio Nacional de Periodismo del SEU. Estaba inscrito en el RPP con el número 2.904. En El Día popularizó la sección diaria “En dos palabras”, dedicada preferentemente a comentar o analizar el acontecer político diario de las islas, en particular el de Tenerife. El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife lo nombró Hijo Adoptivo de la ciudad en 1983. Entre los diversos galardones que obtuvo figura el premio “Antonio Carballo Cotanda” de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife.
Publicó Canarias-Venezuela, un nuevo entendimiento (Santa Cruz de Tenerife, 1980); Venezuela, octava isla (Santa Cruz de Tenerife, 1991); Santa Cruz, desde la arena a la tabaiba (Santa Cruz de Tenerife, 1983); Nuestro Arte: innovación y rebeldía; Biografía del plátano en Canarias: gloria y servidumbre de Canarias. Después de su fallecimiento fueron editados Encuentros en Canarias y Hasta otro día, si Dios quiere, frase con la que se despedía de sus oyentes en las habituales charlas radiofónicas de Radio Club Tenerife.
Extractado de ‘Periodistas Canarios. Siglos XVIII al XX’, obra de Eliseo Izquierdo