
ÁLVARO CABALLERO / RTVE
En la era del periodismo de la inmediatez y de la lucha sin cuartel por captar la fugaz atención de lectores y espectadores, una pequeña aldea gala en el centro de Madrid no solo resiste, sino que trata de nadar a contracorriente: apostar por el reporterismo lento, el que llega tarde, por un género largo como la crónica, siguiendo la mejor tradición latinoamericana, e incluso volviendo a lo analógico y a los espacios físicos en los que hacer comunidad.
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