
IKER SEISDEDOS/EL PAÍS
No siempre está tan claro cuándo empieza o cuándo termina una era como lo estuvo este viernes por la noche en los estudios de Univisión en Doral, a las afueras de Miami. La treintena de personas que –entre reporteros, secretarias, técnicos, informáticos, productores, familiares o amigos– se reunieron a las 18.30 en la redacción para asistir en directo al último noticiero de Jorge Ramos fueron testigos, junto a millones de telespectadores en sus casas, del final de una época en la cadena y en el periodismo latino en Estados Unidos. El presentador y reportero hispano más influyente de las últimas décadas se despidió después de 38 años de casi nunca faltar a la cita diaria con la información.
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