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"Los periodistas musicales somos los últimos románticos"

José Luis Fernández Cancelas cree que "la red ha puesto en entredicho el papel tradicional de la prensa musical escrita; antes servía como filtro y guía para los aficionados".

NAIR MESEJO / COPERIODISTAS

Cuando tenía diez años,José Luis Fernández Cancelas(Moaña, Pontevedra; 1983) descubrió el Rock y con él una gran pasión que ha marcado su trayectoria vital y profesional. Periodista vocacional, compagina su trabajo en un diario local con una dilatada experiencia como colaborador en las principales revistas musicales del país (Ruta 66,Popular1,Efe EmeoRockzone, entre otras). A sus 29 años ha realizadomás de un centenar de entrevistasa artistas de la talla deIggy Pop,Patti Smith,Nancy Sinatra, miembros de laE Street Band,Black SabathoThe Doors,además de críticas y artículos. Charlamos con él sobre sus colaboraciones, periodismo y música, a modo de repaso de una década de intensa actividad.


Pregunta: ¿Por qué decidiste estudiar periodismo?


Respuesta:Todo periodista lo es por vocación. Creo que el periodismo es una de las vocaciones más estúpidas que puedan existir, después de la de cura o policía, dado que es muy difícil ejercerla honestamente sin morirse de hambre.Supongo que, sin ser un gran lector de prensa ni un idealista en exceso, simplemente me gustaba escribir. Por suerte, a día de hoy me gano la vida con ello. Aunque se trate de unoficio a menudo ingrato y vivamos una época de reconversión brutal en la que están pagando el pato quienes menos lo merecen,es una profesión muy enriquecedora a nivel personal.


P: ¿Cómo surge la primera de tus colaboraciones musicales?


R: ¿Qué puede haber más satisfactorio para un melómano que escribir sobre la música que le apasiona y conocer a sus protagonistas? Empecé colaborando con pequeñas webs, entrevistando a las bandas que actuaban en mi ciudad y cubriendo sus conciertos para entrar sin pagar, que es por lo que empezamos todos. No obstante, diría que el periodismo musical fue mi primera experiencia realmente profesional y que me enseñó más que los cuatro años en la facultad.


P: Y, ¿la primera entrevista?


R: Tenía 19 años y fue a los danesesBaby Woodrose,un grupo de culto muy apreciado en el norte de Europa, en la que fue una de sus primeras giras por España. Me presenté en la sala con una cutre grabadora y una libreta donde tenía anotadas las preguntas. Recuerdo que su tour manager (el fallecido Kike Turmix)no me quitaba ojo de encima, entraba en el camerino cada dos por tres para ver si todo iba bien, y debía preguntarse quién era aquel imberbe con ínfulas de entrevistador. La charla fue muy bien y me picó el gusanillo para seguir con el tema.Justo lo que el mundo necesitaba, ¡otro crítico musical!


José Luis Fernández Cancelas, periodista musical, colaborador de 'Ruta 66'

José Luis Fernández Cancelas, periodista musical, colaborador de ‘Ruta 66′

P: De todas las entrevistas que has realizado, ¿cuáles son las que más te han marcado?

R: Todos tenemos nuestro ego, y me hace especial ilusión poder decir que he entrevistado a auténticas estrellas de RockcomoIggy Pop, Patti Smith, Nikki Sixx (Mötley Crüe) o Tony Iommi (Black Sabbath), aunque pongo el mismo empeño cuando estoy frente a artistas underground. Hace cuatro años abrími propio blog, que funciona como un archivo digital donde voy colgando todos mis trabajos. Ha alcanzado ya las150.000 visitas y tiene tráfico regular de una veintena de países, la mayoría de habla hispana pero también de sitios como Estados Unidos, Canadá e incluso Japón.

P: Y, ¿las que te han hecho mayor ilusión?

R: Debido a mi pasión por la música negra,siempre es especial conocer a artistas clásicos de Soul o Blues, que suelen ser gente con vidas muy intensas.Recuerdo con especial cariño cuandoentrevisté a los ya desaparecidos Solomon Burke y Koko Taylor. También fui uno de los últim
os en entrevistar alsaxofonista de la E Street Band y viejo compañero de Bruce Springsteen, Clarence Clemons, un año antes de su muerte. Me pareció un hombre lleno de humanidad, que pese a haberlo vivido todo, conservaba intacta la pasión por la música. Fue tan sincero acerca de su enfermedad que me puso los pelos de punta.

P: ¿Qué artista de los entrevistados te ha sorprendido más?

R: Algunos tienen fama de difíciles y finalmente resultan muy cercanos si les planteas una charla interesante. Fue el caso de Lucinda Williams oSteve Earle. Otros me sorprendieron por su extravagancia:con Iggy Pop tuve que parar la entrevista varias veces y pedirle que se calmara, porquesabe algo de español y se empeñó en demostrármelo berreando en castellano fragmentos de sus propias canciones. La actriz Juliette Lewis, cuando le mencioné que me gustaba Billie Holiday se puso a susurrarme la melodía de Lover man, yterminamos cantando juntos por teléfono varios temas de la banda sonora deThe Rocky Horror Picture Show. También fue muy entrañable sentarme en el camerino conGreg Dulli(Afghan Whigs), un tipo al que llevo escuchando toda mi vida, y que viniera tras el concierto a decirme que era una de las mejores entrevistas que le habían hecho. O contactar por email conJack Endino, el gran productor del Grunge, el tipo que grababa en su sótano los primeros discos deNirvanaoSoundgardena cambio de una caja de cervezas. Me dio una hora de entrevista telefónica e incluso me enviósu último disco en solitario por correo unos días después, y dedicado además. De todos modos,también hubo decepciones, como entrevistar alenfant terribledel SoulEli ‘Paperboy’ Reed, que me pareció unniñato malcriado y prepotente. Pero fueun caso aislado. Por general, no he tenido grandes problemas.

P: ¿Tienes alguna anécdota especial de ese centenar de entrevistas?

R: Muchas. El líder de losJayhawks, Gary Louris, me concedió una entrevista después de encontrármelo por casualidad fumando en la calle. ConNancy Sinatrase me escapó larisa cuando me dijo que su padre había sido “un hombre honrado”, puesto que todos conocemos sus vínculos con la Mafia. Manny Charlton deNazarethme contó historias sobregroupiestan sórdidas queno me atreví a publicarlas. En otra ocasión, acabé yéndome a cenar con el cantante de New York Dolls, David Johansen, y su mujer. La cosa se alargó y no querían volverse al hotel, asi que terminamos viendo escaparates a las tantas de la madrugada, mientras su tour manager nos buscaba desesperados por toda la ciudad.

P: ¿A qué músico o grupo te hubiese gustado entrevistar?

R: Soñar es gratis, así que diría aTom Waits, aunque es muy receloso de su vida privada, inventa todo tipo de historias estrambóticas en sus entrevistas y sería un encuentro muy complicado. Por otra parte, una charla extensa conDylan,Leonard Cohen o Springsteen sería un sueño para cualquiera de los que nos dedicamos a esto. Y, ¿por qué no?, una entrevista sin restricciones con nuestroJulio Iglesiaspodría ser alucinante. Aunque generalmente, las mejores entrevistas son con artistas underground, ya que no miden tanto sus palabras y suelen darte más tiempo para hablar.

P: Ganarse la vida en este sector se ha vuelto cada vez más difícil, ¿es posible vivir de la prensa musical?

R: En mi caso,ni me lo planteo, y lo veo más bien como un complemento a mi trabajo. Como un hobby. Generalmente los colaboradores de las revistas cobran por trabajo entregado, eso los que tienen la suerte de cobrar. No puedo hablar con conocimiento de causa, pero imagino que es posible vivir de ello convirtiéndose en crítico a sueldo de un medio generalista. Si es que todavía existe esa figura.


P: ¿Siempre ha sido una especie de lujo vivir de esto o tiene que ver con el declive del negocio musical?

R: Es que el periodismo musical hoy en día no tiene nada que ver con el que conocieron las “vacas sagradas” en décadas anteriores. Antes las discográficas eran entes todopoderosos que intentaban tener a los críticos comiendo de su mano, y les agasajaban con viajes pagados al extranjero para entrevistar a la estrella de turno, fiestas VIP, etc. Ahora, con internet y la industria en crisis, todo eso se acabó, prima la inmediatez, y el trato entre el periodista y el entramado que hay detrás del artista es mínimo. Imagino que en el futuro acabará imponiéndose el skype para las entrevistas, ya que supondría además coste cero para el medio y la compañía. Tampoco quiero demonizar internet, que tiene aspectos muy positivos, como que un tipo como yo pueda dedicarse a esto desde Galicia, pero sí que es verdad que la red ha puesto en entredicho el papel tradicional de la prensa musical escrita. Antes servía como filtro y guía para los aficionados, mientras que ahora internet es mil veces más inmediato que cualquier publicación mensual. Por otra parte, hay muchos blogs y pequeñas webs creadas por aficionados que también intentan hacerse un
hueco, aunque su fiabilidad es mínima.¿Cómo puede sobrevivir la prensa escrita a ésta situación?En mi opinión,ofertando contenidos exclusivos y en profundidad, cuidando el diseño, y reteniendo a las mejores firmas, aquellas que supongan un valor añadido para el lector. De lo contrario, me temo que están condenados a desaparecer.

P: La pasión por aquello de lo que escribes ¿ha compensado el trabajo, entrega y dedicación que algunas veces han sido de forma desinteresada, sin percibir remuneración a cambio?

R: No pagar es muy común, sobre todo al principio. Pero cuando uno pone su empeño en que su trabajo tenga un acabado lo más profesional posible, lo lógico es que la otra parte corresponda en la misma medida.A nadie se le ocurre proponerle a un fontanero o a un electricista que trabaje gratis “para vivir la experiencia” y a cambio de una caja de tornillos, cosa por desgracia muy habitual en todo tipo de periodismo.Ahora bien,detecto que los medios que tienen como política firme no remunerar a sus colaboradores terminan sufriendo las consecuencias en poco tiempo, y el resultado es la falta de profesionalidad y la consiguiente devaluación del producto que ofrecen.
El primer encargo: cubrir un concierto de Dylan, Lou Reed e Iggy Pop

P: ¿A qué edad y cómo llegas a formar parte de Popular 1?

R: Gracias a uno de sus colaboradores, Mickey Ribera, a quien conocí a través de internet. Tras un viaje a Barcelona en el quevisité la redacción, me propusieron empezar como colaborador. Tenía 20 años y era la revista que seguía habitualmente, la que más había contribuido a formar mis gustos musicales en aquellos momentos.Mi primer encargo fue cubrir el Xacobeo 2004 para la revista, en el que actuaron Bob Dylan, Lou Reed, Iggy Pop, Muse o The Cure. A esa edad, poder disfrutar de un festival como ese desde la zona de prensa, con todas las comodidades a tu alcance, es un subidón. Poco después, me encargaron entrevistar aTony Iommide Black Sabbath, que fue mi primera entrevista importante. Y supongo que mis textos gustaban, porquesiguieron encargándome más, hasta llegar al centenar de entrevistas y una treintena de artículos. Colaboré con ellos prácticamente cada mes durante seis años y es una etapa que recuerdo con cariño, ya que dejo allí buenos compañeros a los que deseo lo mejor.

P: ¿Y el salto a Ruta 66?

R: Se produjo en 2010, gracias a la confianza que depositó en mí su director Jorge Ortega, permitiéndome formar parte de este extraordinario grupo de colaboradores.Ruta 66es el gran referente de la prensa musical en este país, tiene un estilo inconfundible, lleva 27 años en los kioskos y va a publicar su número 300, algo milagroso en un país con tan poca cultura musical como el nuestro. Aunque mi trabajo diario me deja menos tiempo que antes, en los últimos años he firmado para el Ruta artículos sobreDr. Johny el creador televisivoDavid Simon, así como entrevistas conSharon Jones, Willie Nile, Patti Smith, Lenny Kaye o My Morning Jacketentre otros.

“Los últimos románticos”

P: Generaciones anteriores estuvieron marcadas por grandes grupos de rock, mientras que en la actualidad estos estilos parecen ocupar más bien un segundo plano. ¿A qué se debe esto?


R: A su escasa presencia en los medios de comunicación. Y a que ya no vivimos en el mismo mundo que vibró con la aparición de Elvis o losBeatles. Entonces la músicaera una de las pocas alternativas de ocio existentes, y la gente no tenía casi nada mejor que hacer que sentarse frente al tocadiscos. Hoy tenemos mil opciones (internet, tv, videojuegos, etc.).


P: ¿Cómo ves su futuro?


R: Por momentos, hoy parece que el rock está dando sus últimos coletazos, y que los únicos artistas de rock capaces de encabezar grandes festivales y congregar a miles de personas pasan de los 60 años. Perohay que recordar que ya en el año 59, cuando muere Buddy Holly y Elvis se retira para hacer el servicio militar, empieza a decirse que el Rock había muerto. Un par de años después, cuatro muchachos de Liverpool les demostrarían que estaban equivocados. Por lo que respecta a la prensa musical, seguimos anclados en conceptos comoálbum, queen pocos años no significarán nada para las generaciones más jóvenes, que conocerán un mundo sin tiendas de discos ni formatos físicos. En ese sentido,somos los últimos románticos, atrincherados en una forma de entender nuestra afición que seguramente tenga los días contados. A veces creo que es nuestro gran defecto. Y otras, que es la mayor de nuestras virtudes.

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