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Con motivo del 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, el Grupo de Tenerife de Amnistía Internacional participa en las movilizaciones para lograr cambios en las vidas de personas que ven reprimido el derecho a la libertad de expresión. La organización en la isla celebrará este martes, día 10, varias actividades conmemorativas en la capital tinerfeña.
La sala de exposiciones de la biblioteca de TEA Tenerife Espacio de las Artes, en la planta -1, acogerá una mesa redonda, a partir de las 19:30 horas, titulada “Libertad de expresión y medios de comunicación”. El acto contará con la participación de Carmen Delia Leal, del Centro de la Cultura Popular Canaria; los periodistas Pedro Hernández Murillo, de Radio Club Tenerife-Cadena SER, y Juan Manuel Pardellas, del digital canarias3puntocero, y Silvia Almenara, activista de AI, actuando como moderadora Sara Felipe, también activista de AI.
Además, serán instaladas dos mesas informativas y de recogida de firmas, localizadas en la confluencia de las calles Robayna y Castillo, entre las 16:30 y las 19:00 horas, y en el acceso a la biblioteca de TEA Tenerife Espacio de la Artes por la calle Fuente Morales, entre las 18:30 y las 19:30 horas.
En 2012, más de 100 países reprimieron el derecho a la libertad de expresión de su ciudadanía. Hay gobiernos que hostigan, reprimen, encarcelan e incluso torturan a la gente cuando se sienten amenazados por lo que puedan llegar a decir o hacer. Gobiernos que reprimen brutalmente las manifestaciones pacíficas, que persiguen la disidencia, que controlan y castigan el ciberactivismo.
Y hay quienes sufren las consecuencias. Defensores y defensoras de derechos humanos que ponen en riesgo su vida cada vez que alzan su voz. Personas que acaban en la cárcel, presos y presas de conciencia, únicamente por expresar sus ideas. Mujeres que se exponen a sufrir violencia sexual y de género por participar en manifestaciones públicas.
Como en China, donde el escritor Yang Tongyan ha sido condenado a 12 años de prisión por sus escritos de apoyo al cambio político y democrático de su país.
O en los Territorios Palestinos Ocupados, donde las fuerzas de seguridad israelíes dispararon por la espalda a Rushdi Tamimi, del pueblo palestino de Nabi Saleh, por manifestarse pacíficamente contra los asentamientos ilegales, muriendo dos días después.
También en Camboya, donde Yorm Borpha ha estado más de un año detenida sobre la base de cargos falsos e infundados debido a su activismo pacífico en defensa del derecho a la vivienda. Y aunque ha sido recientemente liberada, estos cargos no han sido aún retirados.
Como cada diciembre, multitud de personas en todo el mundo se movilizan para lograr cambios en las vidas de personas que han sufrido abusos de derechos humanos. Los gobiernos no pueden ignorar cientos de miles de peticiones, que les llegan desde todos los rincones del planeta. Sólo en España, Amnistía Internacional saldrá a la calle en más de 70 ciudades para pedir al gobierno chino que ponga en libertad a Yang Tongyan, al gobierno israelí que prohíba el uso excesivo de la fuerza contra el pueblo de Nabi Saleh e investigue la muerte de Rushdi Tamimi, y al gobierno camboyano que todos los cargos contra Yorm Borpha sean retirados.