
HUGHES / ABC
Azorín desarrolló la mayor parte de su periodismo en Abc, y dentro de Abc pasó por todos los lugares, pero destacó en una página característica, casi un género: la Tercera, un lugar destinado a lo inactual, que era en sí mismo un atributo azoriniano. «Todo es actual e… inactual». Teniendo claro que lo inactual nunca lo fue del todo. El tópico es conocido: Azorín fue un vivificador de los clásicos, alguien que en el paisaje vio tiempo, continuidad, incluso tradición.
Pero no nos quedemos en eso. No le demos a la maquinita noventayochista.
Azorín no viajó mucho, fue cronista íntimo, el gran corresponsal interior. Cuando se ocupa de la actualidad, el desempeño azoriniano es excitante. Su visita a Cataluña en busca de testimonios catalanistas habría que recuperarla. Pero el virtuosismo llega en las «inactuales», una altura quizás sólo alcanzada por Pemán.
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