Se puede decir una mentira sin mentir. Se puede engañar contando datos verdaderos. El truco consiste en exponer unos hechos ciertos y, silenciando otros, inducir a una interpretación falsa.
Cuando se da menos información relevante de la que se tiene o se puede obtener, el público la completará mediante unos mecanismos psicológicos en los que influyen el contexto, las analogías, la experiencia, los recuerdos, las creencias…
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