Mundiario | Seis meses después del inicio del segundo mandato de Donald Trump, Reporteros Sin Fronteras (RSF) alerta sobre un fenómeno inquietante: la creciente hostilidad hacia la prensa por parte de gobiernos que comparten tácticas represivas y, en algunos casos, se inspiran directamente en la Casa Blanca.
Trump, convertido en una figura central del movimiento global contra el periodismo, ha pasado de las palabras a los hechos. Durante años cultivó un discurso de confrontación con los medios; ahora, sus ataques se han traducido en medidas concretas para restringir la labor de periodistas y controlar el ecosistema informativo.