Laboratorio de Periodistas | La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta de uso habitual en las redacciones, pero su despliegue avanza con escasas medidas de control de calidad, con falta de tiempo para revisar los resultados y con un público que, según los profesionales, apenas comprende las etiquetas que indican la participación de sistemas automatizados en la producción informativa. El escenario plantea a las publishers un reto inmediato: gobernar el uso de la IA con reglas claras que garanticen la calidad periodística y reduzcan el riesgo reputacional.
Un estudio de la Universidad de Zúrich, dirigido por Silke Fürst y Daniel Vogler y basado en una encuesta a 730 profesionales, constata que el 87 % utiliza ya herramientas de IA, mientras que el 13% no lo hace nunca. La mayoría no percibe beneficios sustanciales ni en eficiencia ni en calidad, y el conocimiento de los marcos normativos existentes es bajo: solo un 22% considera útil la guía sobre IA en el periodismo que el Consejo de la Prensa suizo aprobó en enero de 2024.