
La junta directiva de la Asociación de Periodistas de Santa Cruz de Tenerife (APT) acordó por unanimidad en su última reunión ordinaria distinguir a Carmelo Rivero Ferrera con el premio Patricio Estévanez, como reconocimiento a su trayectoria profesional, en la que se ha significado por su enorme aportación al mundo de la información en Canarias.
Director de Diario de Avisos entre 2016 y 2021, cuando pasó a ser consejero editorial, Rivero se suma a una lista de distinguidos en la que le precedieron Eliseo Izquierdo, Ricardo Acirón, Elfidio Alonso, José Siverio, José Antonio Pardellas. Juan Carlos Carballo, Jorge Bethencourt, Daniel Cerdán, Juan Cruz Ruiz y María Luisa Arozarena. El acto de entrega del premio tendrá lugar en el Espacio de Periodismo y Comunicación de la APT el próximo mes de enero.
Carmelo Rivero Ferrera (Santa Cruz de Tenerife, 1957) posee una carrera de más de medio siglo dedicado de pleno al periodismo, al que se asomó siendo un niño de solo doce años con sus primeras colaboraciones en el desaparecido diario vespertino La Tarde, cuando todavía era dirigido por uno de sus fundadores, Víctor Zurita Soler. Desde entonces, ha construido una trayectoria tan brillante como densa en la que tocó todos los palos del oficio —prensa, radio y televisión— con la misma impronta rigurosa, ya fueran noticias, crónicas, retratos o entrevistas.
Junto a su hermano Martín (también periodista y promotor cultural, fallecido prematuramente en 2023), firmaron como coautores, desde mediados los años setenta del siglo pasado, cientos de trabajos con la firma Carmelo Martín, un sello distintivo con el que se dieron a conocer como corresponsales de medios nacionales (los periódicos El País y Diario de Barcelona o la revista Triunfo) y en todos los rotativos tinerfeños contemporáneos: El Día, Diario de Avisos (en dos etapas) y La Gaceta de Canarias, de la que fueron directores fundacionales (1989-1991).
Por el camino, Carmelo Rivero fue una pieza fundamental en el renacimiento de Radio Club Tenerife impulsado por Paco Padrón a finales de los setenta y luego una voz de referencia en la emisora decana de Canarias de la Cadena SER, en la que trabajó durante más de treinta años mientras incursionaba en el mundo audiovisual con programas de entrevistas en Canal 7 y Televisión Canaria.
Ha entrevistado a más de dos millares de personajes de talla mundial todo tipo y condición. Dirigentes políticos (Fidel Castro, Mijail Gorbachov o Mario Soares), premios Nobel (Miguel Asturias, Mario Vargas Llosa), deportistas legendarios (Pelé, Severiano Ballesteros), científicos (Jacques Cousteau, Manuel Elkin Patarroyo), en todos los casos con un sello personalísimo en el que la pregunta concisa y el conocimiento del personaje siempre se dieron la mano.
Periodista de prosa limpia, sin artificios, Rivero trasladó la virtud del lenguaje asequible y atractivo para el lector de obras literarias. Tanto a cuatro manos con su hermano Martín —Valdano. Sueños de fútbol (Aguilar, 1995) y Los Sabandeños. El canto de las Afortunadas (Aguilar, 1995), La mejor liga del mundo. De Raúl a Ronaldo (Aguilar, 1997), Iñaki Gabilondo. Ciudadano en Gran Vía. La aventura de 30 años de radio (Aguilar, 1998)—, como en el ensayo Cuba en Canarias: Casanova, el amigo canario de Fidel (1986, Cabildo de Tenerife/Centro de la Cultura Popular Canaria), de autoría compartida por ambos con el profesor Julio Hernández.
Ya en este siglo, dentro del sello Fundación Diario de Avisos, escribió El libro del confinamiento, la enfermedad del mundo (2020), El año de la máscara. Biografía de 2020 y El año de Messi y Zelenski. Biografía de 2022.
Como advirtió en su columna en Diario de Avisos previa al retiro laboral —“Hoy hago un alto en el camino al cumplir 67 años y 55 de periodista. Un matrimonio de esmeralda…”—, Rivero sigue escribiendo en el decano de la prensa de Canarias y oficiando como magistral de los diálogos en el espacio Minuto 33, de Atlántico Televisión, con el que satisface la curiosidad enciclopédica adquirida en la librería La Prensa, propiedad de su tío adoptivo, el también periodista (y alcalde de Santa de Cruz de Tenerife entre 1934 y 1936) Francisco Martínez Viera.